Esta vez dormí como lirón y fué el despertador el que hizo sus deberes. Llegamos con suficiente antelación a la linea de salida y lo peor fué el tiempo que hacía: Estábamos como dentro de una nube, con mucho frío y con una lluvia finísima que no se notaba caer pero que te calaba hasta los huesos. A pesar de todo, mientras calentábamos decidí que correría con la camiseta de tirantes y no con el cortavientos. Chulo que es uno.

Los tres primeros kms, los hicimos a 4'30'' y la verdad es que me sentía muy cómodo rodando a esa velocidad (inusual en mi). El km4, bajamos un poco para no forzar demasiado y salió a 4'40''. A partir de ahí ya no vimos ningún km más, pero íbamos a buen ritmo, adelantando corredores y dejando que nos pasaran muy poquitos. Cuando llegó la última subida, empecé de menos a más. Poco a poco subí el ritmo y llegué hasta arriba desbocado, justo cuando el terreno permitía abrir más las zancadas (con cuidado de no resbalar) y apretar los 500 m que quedaban para entrar al Velódromo ya sin fuerzas ni de levantar los brazos.
El tiempo oficial me dió 35'14'', y yo me piqué 35'05'', a sea que estoy muy satisfecho del resultado, y de lo bien que voy cuando alguien me controla y me va aguantando hasta el final. Las sensaciones de cara a la Media de Paiporta son muy buenas, pero aquello son 21km, y habrá que volver a tenerle respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario